Mientras estamos en la superficie, nuestro cuerpo se ve afectado por la presión atmosférica. Al sumergirnos, a esta presión debemos sumarle la hidrostática, es decir, la presión que ejerce el agua a nuestro alrededor. Esta presión afecta a nuestro organismo y supone uno de los riesgos más importantes a tener en cuenta en las inmersiones. Veremos a continuación cómo minimizar este riesgo, ya que si buceamos sin saber lo suficiente sobre esta práctica, podemos sufrir un síndrome por descompresión o enfermedad descompresiva.
¿Qué es la enfermedad descompresiva?
Una dolencia relacionada con la absorción de nitrógeno que tiene lugar en el cuerpo del buceador en inmersión y que, al descomprimir (volver a la superficie) escasa o inadecuadamente, sale del estado de disolución en forma de burbujas y se mueve así por el organismo. Por eso depende de cómo se realice la descompresión en el buceo.
MaLa causa de la enfermedad descompresiva no es sólo el hecho de la alta presión ambiental, sino que está relacionada íntimamente con el tiempo de fondo y la profundidad a la que permanece el buceador durante ese tiempo. En tierra, nuestro cuerpo contiene cierta cantidad de nitrógeno disuelto en nuestros tejidos, estamos “saturados” se dice, según la presión a la que vivimos: una atmósfera.
Al aumentar la presión, el cuerpo humano inicia un proceso de absorción que se revierte al regresar a la superficie. El problema se origina con la forma en que el buzo vuelve a la presión de una atmósfera, es decir, a la superficie.
El tiempo de exposición, la profundidad, temperatura y el nivel de irrigación sanguínea de los tejidos, entre otros muchos factores, influyen en el grado de saturación de nitrógeno que alcanza nuestro cuerpo al bucear.
Los buceadores debemos respetar las profundidades y tiempos de buco para no «entrar en descompresión», esto es, para poder volver a la superficie sin hacer paradas de descompresión obligatorias. El no respetar estas paradas, cuando el buceador se excede en tiempo y/o profundidad conlleva a una alta probabilidad de sufrir una enfermedad descompresiva.
Cuando ascendemos a la superficie se produce la eliminación del nitrógeno absorbido, ya que baja la presión (porque vamos menos profundo) y el gas se libera de los tejidos, sale de la sangre y es eliminado por medio de la respiración. Toda esta eliminación de gas inerte (nitrógeno) debe realizarse lentamente, por lo que hay que respetar los tiempos de ascenso según la profundidad y la duración de la inmersión, así como la velocidad al ascender. De lo contrario, la liberación rápida del nitrógeno implicaría que ese gas al salir de los tejidos lo haga en forma de microburbujas.
La consecuencia de esto en nuestro organismo sería muy peligrosa ya que las burbujas pueden obstruir vasos sanguíneos impidiendo así la circulación en determinadas zonas del cuerpo lo que podría acarrear problemas cerebrales (Sistema Nervioso Central), cardíacos y respiratorios.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad descompresiva?
Los síntomas son hormigueo y dolor en brazos y piernas, parálisis, dolor de cabeza, vértigos, dificultad para respirar o agotamiento. Estos síntomas suelen aparecer un tiempo después de la inmersión (luego de los 15 minutos del fin del buceo y hasta en las próximas 12 horas). Cuando aparecen los síntomas en las últimas etapas del ascenso el caso es grave.
En la enfermedad descompresiva, con un tratamiento adecuado en tiempo y técnica se pueden evitar lesiones permanentes. Por todo lo dicho, ante los síntomas indicados o si el buceador cree tenerlos, lo más recomendable es aplicar en el momento Oxígeno al 100% a la víctima mientras se la traslada a un centro médico. Incluso si los síntomas mejoran con el oxígeno, un médico debe revisar al buceador.
El tratamiento: La cámara hiperbárica
Cuando el accidentado es trasladado al centro médico, es importante llevar con él su equipo de buceo, para que el profesional determine la gravedad del cuadro y determine el tratamiento a seguir. En este sentido, también será de utilidad cualquier información sobre el perfil de inmersión. Importantísimo es que el médico hiperbárico revise la computadora de buceo del buceador accidentado y saber si el buceador padece alguna enfermedad o los primeros auxilios que se le han efectuado (reanimación, provisión de oxígeno, ingesta de liquidos, etc.).
El médico decidirá si el paciente necesita someterse a un tratamiento con cámara hiperbárica o no. Esta cámara es un recinto en el cual se somete al buzo a la presión a la que se encontraba durante su inmersión en la que sufrió el accidente. Una vez en la cámara hiperbárica, el profesional que maneja la misma, irá bajando la presión del recinto donde se encuentra el buceador, simulando así un ascenso lento. Esto dará como resultado, que las burbujas existentes en la sangre y tejidos del buceador sean eliminadas en forma gradual.
Luego del tratamiento, el accidentado debe descansar. Durante los días siguientes a este tratamiento, no es conveniente someterse a nuevas variaciones de presión, por ejemplo, bucear de nuevo, escalar una montaña o incluso volar en avión. Podrían provocar otro episodio de enfermedad descompresiva. El médico que interviene en el caso dará esta indicación.
A la hora de bucear y divertirse, es importante viajar provistos de un seguro deportivo como el de DAN (Divert Alert network) que, además de cubrir asistencia médica y quirúrgica, rescate o rehabilitación derivados de accidentes en general, contempla riesgos y gastos específicos de buceo como el tratamiento en cámara hiperbárica. Este seguro no sólo te cubre durante la práctica de buceo, sino durante toda tu travesía. Así, disfrutarás mucho más de tu viaje de buceo sabiendo que cuentas con ellos.
En resumen… ¿Cómo prevenir la enfermedad descompresiva?
Toda la prevención que pongamos en juego nunca estará de más para manejar la descompresión en el buceo. La mejor forma de prevenir este accidente es planificando las inmersiones en forma detallada y minuciosa. Actualmente, las computadoras de buceo planifican nuestra inmersión y monitorean nuestro nivel de absorción de nitrógeno en cada una de ellas. Sin embargo, se deben tomar una serie de medidas no sólo durante la práctica del buceo sino también anteriores y posteriores a la inmersión.
Algunos consejos saludables son los siguientes:
- Cuanto mejor formado e informado esté el buceador, mejor planificará sus buceos y sabrá cuidarse: para aprender a bucear debes realizar tus cursos en escuelas acreditadas.
- Es necesario realizar un examen médico de aptitud, de preferencia con un médico especialista en medicina hiperbárica para cerciorarnos que que gozamos de buena salud y que los medicamentos que ingerimos (si fuera el caso) no están contraindicados para bucear.
- Debes saber reconocer los síntomas de la enfermedad y los primeros auxilios a realizar si fuera necesario.
- Contar con un plan de emergencias al momento de salir a bucear. Si contratas un operador acreditado y serio, seguramente contará con el teléfono del centro médico más cercano o de la asistencia 24 horas en caso de contar con un seguro deportivo que cubra la enfermedad por descompresión. El seguro DAN es siempre el mejor y más recomendado.
- Seguir las normas de seguridad que has aprendido en tus cursos: siempre bucear en parejas, respetar la velocidad de ascenso (9 metros por minuto), seguir las tablas de descompresión (paradas, tiempo, profundidad, grupo designado…) si no tuvieras computadora de buceo.
- Si deseas realizar más de una inmersión en el día, recuerda empezar siempre por la más profunda.
- Debes recordar la importancia de estar descansado y en buena forma física. Si buceamos durante varios días seguidos, deberemos tomarnos un día libre cada dos o tres días. No realizar esfuerzos antes o después de bucear.
- Beber mucho líquido antes y después de cada inmersión.
- La ingesta de alcohol durante las excursiones de buceo está totalmente contraindicada.
- En SNSI encontrarás un curso que te enseña a realizar descompresión en el buceo en forma recreativa. El curso de Recreational Deco Diver te habilita a realizar hasta 15 minutos de descompresión en total y completo control y conocimiento de lo que haces.
Todos estos consejos y sus pertinentes justificaciones, las encontrarás en un curso de buceo serio y dedicado. Tu instructor ha de detenerse al momento de informarte sobre esta accidente debido a la mala o escasa descompresión en el buceo. Asegúrate de elegir una escuela con trayectoria y respaldada por una certificadora internacional reconocida.
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